El presidente de la Fundación Maquita, Padre Graziano Mason, recibió un reconocimiento por contribuir al fortalecimiento de las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria por parte del Instituto Superior Tecnológico de la Economía Social, Popular y Solidaria, durante los festejos por su segundo aniversario de creación.
Este sacerdote de origen italiano, acaba de cumplir 53 años al servicio sacerdotal. En Chile y Ecuador se ha destacado por trabajar con las personas humildes y de escasos recursos.
Antonio Polo, sacerdote salesiano que convirtió a Salinas de Guaranda en un pueblo de emprendedores, en una entrevista con El Telégrafo se refirió a Graziano como “el clérigo nunca se desanima, lo que se demostró cuando, hace algún tiempo, su salud se vio quebrantada por un problema del corazón. “Graziano ama tanto a Ecuador como a Italia”.
William Villanueva, funcionario de Maquita Cushunchic, Comercializando como Hermanos (MCCH), fundación que Graziano creó, considera que el cura es un ejemplo a seguir. “Es alegre y entusiasta, pero al mismo tiempo bastante exigente, le gusta que las personas cumplamos a cabalidad nuestro trabajo”, dijo al Telégrafo.
Mientras que el italiano José Tonello, director del Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP) considera que “si el Ecuador tuviera más personas como Graziano Mazón, “muchas cosas se moverían más ágilmente en favor de los pobres. Es un loco simpático, entusiasta que nunca está quieto, siempre tiene iniciativas nuevas. Se lanza, porque confía en la ayuda de Dios y de la gente, por supuesto”.
El mismo padre Graziano confesó “Yo era muy travieso desde niño, pero siempre fui comedido; ayudaba a mis padres en el campo, a ordeñar las vacas. Le puedo decir que soy un ordeñador de primerísima clase”.
DEBES SABER
La fundación Maquita trabaja en áreas de turismo, servicios y agropecuaria.
Fomenta y desarrolla un turismo responsable bajo los principios del comercio justo, al dar respuestas a las expectativas del visitante. Almacena la producción de cacao de 24 centros de acopio distribuidos en Esmeraldas, Manabí, Bolívar, Los Ríos, El Oro y Guayas.
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