La pérdida de memoria y la disminución de la función cognitiva son problemas comunes asociados con el envejecimiento. En la búsqueda de formas naturales de prevenir estos problemas, muchas personas han empezado a consumir ciertos alimentos que prometen mejorar su condición de salud.
Además de ser una fuente de nutrientes, se cree que tienen efectos beneficiosos para la salud.
El deterioro cognitivo es un problema creciente, especialmente entre las personas mayores, y los factores modificables del estilo de vida, como la nutrición, son cruciales para prevenirlo.
Se presume que las nueces tienen un efecto beneficioso en una variedad de parámetros y han sido asociadas con una mejor cognición.
Según el ‘Journal of Nutrition and Ageing’, las almendras contienen fitoquímicos que actúan como antioxidantes en el cerebro, ácidos grasos poliinsaturados, omega-3 y vitamina E, que pueden combatir la inflamación y el deterioro cerebral relacionado con la edad.
Además de la vitamina E, las almendras tienen otros nutrientes que mejoran la memoria, como la vitamina B6, el zinc, las proteínas y la acetilcolina ACh, un neurotransmisor del cerebro.
En un estudio publicado en ‘The Journal of Nutrition’ se afirma que comer una mezcla de nueces de árbol, incluyendo las almendras, durante cuatro semanas ayuda a la cognición.
El estudio evaluó sus efectos con 30 gramos de frutos secos mixtos al día durante cuatro semanas en adultos sanos, y encontró la presencia de una clase de bacterias intestinales asociadas con la salud.
Shilpa Arora, profesional de la salud le dijo a ‘NDTV Food’ que «las almendras elevan los niveles de acetilcolina ACh, un neurotransmisor del cerebro que ayuda a mejorar la memoria y a combatir enfermedades como el Alzheimer».
Con el objetivo de evaluar los efectos nootrópicos (para mejorar la función cognitiva) de las almendras, se realizó un estudio en el que se suministró pasta de almendra a ratas por vía oral durante 28 días. Se demostró que las ratas que consumieron almendras presentaron una mejora significativa en el aprendizaje y la memoria en comparación con las ratas de control.
FUENTE: EL TIEMPO