La vacunación contra la fiebre aftosa que se llevó a cabo en este año, evidenció algunos cambios en la matriz productiva de los ganaderos de Santo Domingo de los Tsáchilas.
El hato ganadero disminuyó en un 4%, es decir, 10.000 animales menos de los que preveía se inmunizar en la campaña, a cargo de la Agencia de Regulación y Control Fito Zoosanitario (Agrocalidad). La meta era vacunar a 245.000 animales, pero solo se llegó a 234. 920.
Luis Ortiz, director distrital de Agrocalidad, mencionó que existen algunas hipótesis para estos cambios, por ejemplo, la migración de animales de una provincia a otra o el faenamiento del ganado que pasó cerca de dos años engordando dentro de los predios.
Asimismo, indicó que también evidenciaron que algunos ganaderos cambiaron sus sistemas de producción a actividades agrícolas, como sembríos de especies forestales. La disminución más evidente fue en el cantón La Concordia.
Víctor Tocte, de la asociación Fe por la Leche, mencionó que otro de los inconvenientes para la reducción del hato ganadero es la inseguridad. Indicó que muchas personas han dejado de criar porque han sufrido grandes pérdidas económicas cuando les roban. Sin embargo se comprobó la presencia de más predios.
En el 2021 existían 6.798 predios, en este año los operadores hicieron el barrido de 6.990 propiedades. “Estos números demuestran que la ganadería sigue siendo un negocio atractivo”.
Santo Domingo de los Tsáchilas se encuentra entre las cinco primeras provincias ganaderas. Manabí y Esmeraldas tienen grandes extensiones de terrenos con variedad de ganado.
Luis Ortiz manifestó que la presencia de la ganadería también ayuda a otros procesos productivos, como el agrícola, porque se siembra más pasto y ensilaje de maíz con lo cual se dinamizan las dos actividades.
FUENTE: LA HORA