Según la investigación, que publica la revista ‘Nature Geoscience’ y en la que han intervenido especialistas de Australia, España, Canadá, EEUU, Francia y China, el 55 % de los arrozales experimentará mayor riesgo de reducción de rendimiento debido a la deficiencia de fósforo, especialmente en China e India.
Además, los investigadores recuerdan que el 70% de las reservas mundiales de fósforo se encuentra en Marruecos y en el Sáhara Occidental, lo que abre un reto geopolítico por la dificultad de países con menor poder adquisitivo de fertilizar las tierras de cultivo con suplementos de este mineral.
El investigador del CREAF y del CSIC Josep Peñuelas ha explicado que “la elevada concentración de CO2 en la atmósfera es un arma de doble filo, porque tiene efectos en la seguridad alimentaria y en la emergencia climática mundiales”.
Los investigadores han estudiado arrozales en condiciones de elevado dióxido de carbono y han visto que el 55 % de las grandes extensiones de arrozales de China e India experimentarán mayor riesgo de reducción de rendimiento debido a la deficiencia de fósforo.
En términos relativos, los países de renta baja (aparte de China e India, los ubicados en el Sur Este asiático, Centro América, Sur América, África y Oriente Próximo) experimentarán “situaciones más críticas”.
En ese sentido indica que se prevé que el 70 % de los arrozales sufrirán mayores riesgos de reducción del rendimiento, frente al 52 % en los países de renta media y alta, según Peñuelas.
El trabajo ha puesto en evidencia una contradicción: si bien el CO2 atmosférico es la principal fuente de carbono para los cultivos, su elevada concentración en la atmósfera limita a largo plazo la presencia del fósforo fertilizante en el suelo, un mineral esencial para el metabolismo y crecimiento vegetal de suelos agrícolas.
Para Peñuelas, “las plantas aprovechan a corto plazo el efecto fertilizante de la alta concentración de CO2 en la atmósfera, pero a largo plazo, los cultivos de arroz dejan de disponer de fósforo y el suelo se empobrece, por lo que el crecimiento de las plantas queda comprometido”.
Como consecuencia, según los investigadores, esto compromete la seguridad alimentaria en un contexto de crecimiento mundial de población donde el arroz desempeña un papel primordial.
FUENTE: EFE AGRO